- La dirección de Infraestructura informó que la recepción definitiva de las cuatro obras simultáneas se proyecta para el mes de abril.
- Próximamente se entregarán dos nuevas salas de las tres que se construyen en la Facultad de Educación y Ciencias Sociales.
Una delegación de autoridades universitarias encabezada por el rector, recorrió, recientemente, las dependencias de la Universidad en Punta Arenas, para conocer el estado de avance de algunas obras, y tomar decisiones respecto de otras ya finalizadas.
Este último es el caso del edificio ubicado en calle 21 de mayo con Bellavista, que ocupaba desde 2011 y hasta hace pocos meses, el Centro de Estudios del Cuaternario, Fuego, Patagonia y Antártica (CEQUA). En algunas de las oficinas que quedaron disponibles, se instaló la unidad de Derechos Humanos y Ciudadanía de la Universidad, y se está evaluando ubicar otras unidades, y usar una parte como casa de huéspedes para invitados, profesores visitantes y estudiantes de paso por la región, a propósito de que dicha construcción era, originalmente, un hotel que la Universidad compró a CORFO a mediados de la década de los ’80.
La delegación también visitó la remodelación de la Facultad de Educación, pues su decana, Anahí Cárcamo, manifestó que el arreglo de las salas estaba atrasado. “Efectivamente”, dice el rector Juan Oyarzo, “hay como tres salas que no se pueden ocupar, y ésas son horas de clases que no se pueden hacer. Entonces estamos viendo dónde poder hacer una redistribución de salas. Estamos conversando con algunas facultades, porque hemos visto espacios que están sub aprovechados”.
¿Por qué el retraso? Según explica Boris Cvitanic, director de Infraestructura de la Universidad, el contrato por esta obra, va del 6 de febrero al 1 de abril, pero en febrero hubo entre 15 a 20 días de viento, y como la primera etapa era trabajar en altura para reemplazar los techos del área de salas 8, 9, 10, 11 y de Consejo, hubo que suspender las faenas. Al mismo tiempo, el hecho de que las clases comenzaran en medio de ellas, obligó durante 3 semanas a trabajar durante las noches.
Lo anterior ha obligado a redistribuir a los profesores y estudiantes a salas de otras facultades. No obstante, el problema se irá solucionando cuando, a mediados del mes del abril, se entreguen dos de las tres salas en arreglo. “Yo les pido tolerancia a los estudiantes”, dijo el rector Oyarzo, junto con solicitar a la decana Cárcamo que transmitiera a los alumnos los esfuerzos por solucionar cuanto antes el problema.
En qué consisten las obras
Mejorar las condiciones de las salas 8, 9, 10 y 11 de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, era parte de las demandas de los estudiantes. La decisión fue, entonces, arreglarlas, y que las 8 y 9 que eran más chicas, se convirtieran en una sola, grande, de 92 metros cuadrados para 64 alumnos, con accesibilidad universal, lo que significó reducir el tamaño de la puerta de la sala de Consejo contigua.
En el campus se están realizando otros tres trabajos que deberían estar listos en abril. Se trata del arreglo de baños en Biblioteca, Ingeniería y Educación y Ciencias Sociales, de la construcción de dos nuevas salas en la Unidad Pedagógica de Apoyo al Alumno (UPAA), y la remodelación de las instalaciones que antes ocupaba la Dirección de Programas Antárticos (DPA). “Por la naturaleza de las obras, son mucho más largas que lo que puede proveer el período de receso”, algo que se ha ido coordinando con la dirección de Docencia, según explica Cvitanic. Y agrega que han tratado de intervenir “lo menos posible la cotidianeidad del uso de los edificios”.
Según el director de Infraestructura, están adecuando los edificios a las normas vigentes; tratando de disminuir los costos de mantenimiento, con el cambio a luminarias LED, por ejemplo; eliminando los materiales que tienen mal comportamiento con el uso intenso, como es el caso de los pisos flotantes en las salas de clases, y haciendo arreglos para terminar con las goteras. “Para mejorar la infraestructura – afirma – hay que estar dispuesto a aguantar un poco las incomodidades que estas obras generan, porque, en el fondo, es mejorar la calidad de vida y las condiciones en las cuales se opera en la Universidad. Pero eso tiene un costo”.
La visita de las autoridades culminó en el domo donde trabajan los investigadores y funcionarios de la DPA y del programa GAIA Antártica, obra que culminó antes de salir de vacaciones de verano. “Quedó muy bueno”, afirmó el rector. “De hecho, ya tuvieron una defensa de tesis de un programa de magíster, y el día 21 (de marzo) comienzan las clases del Doctorado (en Ciencias Antárticas y Subantárticas)”.