-Recinto permitirá realizar investigación con miras a optimizar el proceso de reciclaje.

-Gracias al proyecto que ejecuta la casa de estudios junto al Ministerio de Medio Ambiente y con el financiamiento del Gobierno Regional, prontamente, la región, podrá contar con este espacio a través de la cual se observará, técnicamente, la descomposición de los residuos orgánicos domiciliarios para una efectiva reducción de estos desechos en la zona.

En las próximas semanas comenzará a operar en el Centro Hortícola del Instituto de la Patagonia de la Universidad de Magallanes, la planta piloto de compostaje, que forma parte  de una inédita iniciativa a nivel regional que se plantea la tarea de difundir prácticas más amigables con el Medio Ambiente, partiendo por la enseñanza de la reutilización de desechos domiciliarios en cada una de la provincias de Magallanes.

Se trata del “Programa de compostaje para residuos sólidos orgánicos domiciliarios” que lleva adelante el plantel con la apuesta de mejorar la gestión en el manejo de la basura domiciliaria, y que, a más de un año de su inicio y tras diversas charlas educativas en colegios y escuelas a lo largo de la región, ya muestra avances concretos con miras a desarrollar el trabajo de investigación proyectado: observar los procesos que se dan en la descomposición del material que se va a reunir, con el objetivo final de elaborar protocolos dirigidos a los municipios para la reducción de estos residuos en cada una de las comunas.

Claudia Salinas, académica de la UMAG y coordinadora del programa, explicó, de esta forma, que ya están dando cumplimiento a la implementación de esta planta piloto; con la cual, -afirmó- la idea es generar pilas de ensayo con material vegetal domiciliario para poder disminuir el tiempo de descomposición y poder obtener compost en menos tiempo. En términos prácticos, el compostaje es un proceso natural mediante el cual los residuos orgánicos (40% del material que desechamos) se transforman en un producto mejorador de suelos llamado compost. Es así como, a través de este proceso, es posible transformar in situ un residuo en un  recurso.

Así, mientras los escolares continúan aprendiendo a reutilizar los desechos en el aula, tesistas de la Universidad podrán hacer estudios y registros de datos en esta nueva planta piloto.

Visita a terreno

La SEREMI de Medio Ambiente junto con un grupo de consejeros regionales, constataron en terreno los avances de la construcción, donde pudieron ver, por ejemplo, el proceso del cierre perimetral de la planta.

En la oportunidad, el SEREMI de Medio Ambiente, Juan Marcos Henríquez, valoró los beneficios que entrega el programa: “la mayor parte de la basura que llega a los vertederos hoy día, principalmente, es materia orgánica, entonces si logramos eliminar eso, le damos más vida útil a los vertederos, pero por sobretodo, volvemos a reciclar los nutrientes, generar educación y generar investigación a través de este espacio que estamos observando aquí hoy día”, expresó.

En tanto, para el consejero regional, Dalivor Eterovic, “hoy día estamos en un proceso de hacer el ejercicio, de que el Instituto de la Patagonia de la UMAG pueda optimizar este proceso, buscar las mejores alternativas y una vez obtenido eso, poder masificarlo, involucrar aquí a todo el sector educacional, a toda la comunidad e, idealmente, que el municipio se pueda hacer cargo de este tema y, porqué no, a través de una ordenanza, distribuir los recipientes adecuados para que las familias puedan entregar ahí el material orgánico para que no vaya a parar a la basura”.