-A través de la recientemente creada Unidad de Turismo Sostenible, el plantel se encuentra trabajando en el desarrollo de estrategias que apunten a una mejora en la actividad turística de Magallanes, acciones que se centran en la formación de capital humano con pertinencia a la realidad regional y la generación de una nueva línea de investigación en el área.

El equipo de la Unidad de Turismo Sostenible de la UMAG está conformado por (izq. a derecha): Osvaldo Vidal, Julie Santin, Paulina Fajardo y Marcelo Noria.

Desde principios de 2015, la Universidad de Magallanes se ha involucrado de lleno en la tarea de contribuir al desarrollo turístico a nivel regional. Los primeros frutos, vinieron del trabajo de la Comisión de Investigación en Turismo Sostenible, un equipo de profesionales que asumió el desafío de renovar la malla curricular de la carrera de Técnico en Turismo y, a su vez, revitalizar la oferta turística de la Provincia de Tierra del Fuego mediante un proyecto Corfo que, este año, finalizó su primera etapa de ejecución.

En medio de este proceso y la formulación de nuevas iniciativas, la Comisión pasó a ser formalmente una Unidad dentro de la estructura orgánica de la institución y, por ende, una nueva entidad universitaria dotada de mayores competencias y recursos para implementar estrategias de turismo sostenible en la Región de Magallanes, desde la investigación y la formación de los futuros técnicos en Turismo que egresen de la casa de estudios.

El Dr. en Recursos Naturales e investigador del Instituto de la Patagonia, Osvaldo Vidal, reconocido por sus estudios en el Parque Nacional Torres del Paine, fue el profesional que accedió a desempeñarse a la cabeza de esta iniciativa. Y, aunque oficialmente asume su cargo de director recién en el mes de octubre, ya se encuentra profundizando en aquellas líneas de acción, que, a su juicio, deben adherirse a esta ambiciosa tarea regional de mediano y largo plazo.

“Una arista completamente nueva que surge desde lo que ya se venía haciendo tiene que ver con generar una línea de investigación asociada al impacto antrópico que generan las actividades turísticas, o la recreación en los ecosistemas de esta llamada ecorregión magallánica subantártica”, explicó el investigador, quien hizo hincapié en la necesidad de diseñar e implementar medidas de manejo o monitoreo ambiental, para el desarrollo de estrategias de capacidad de carga. “Hoy no sabemos cuánto aguanta un parque para que no se produzcan las situaciones que ya conocemos en Torres del Paine, como los atropellos a los pumas y las cuasi epidemias por contaminación”, agregó.

Por esta razón, reconoció que “es un desafío gigante lo que podamos aportar desde nuestro trabajo, pero al mismo tiempo, mirado desde la otra vereda, también es una oportunidad enorme, que nos permite externalizar a la universidad y generar esa necesaria vinculación con la sociedad magallánica en el tema del turismo sostenible”.

Desde 2015 -como comisión y ahora como Unidad-, la UMAG también forma parte de la instancia regional que está a cargo de la Estrategia Regional de Turismo denominada Programa Transforma, Magallanes, Experiencia Antártica que busca crear estrategias colectivas y a largo plazo para el desarrollo del turismo regional.

Técnico en Turismo: una carrera con identidad

Otras de las apuestas de la Unidad es transformar a la actual carrera de Técnico en Turismo, en una especialidad con mayor pertinencia a la realidad de nuestra región, a objeto de formar  capital humano con conocimientos y competencias cabales de lo que es y significa visitar este austral territorio.

Salida a terreno de los alumnos de Técnico en Turismo a la Reserva Magallanes.

“El rediseño de la malla le da una identidad a esta carrera, ya que conversando con egresados nos decían que ellos entendían que las mallas curriculares en Magallanes no tenían ninguna identidad, sino que eran a nivel país, un estándar nacional que no toma en cuenta la heterogeneidad, ni la identidad que tiene cada uno de los territorios de nuestro país. Entonces, nos damos cuenta que hay que atender esas identidades y eso es lo que como equipo hemos estado haciendo”, afirmó Vidal.

Actualmente, el proceso de creación de la nueva malla, está en pleno proceso y las proyecciones seguras, de acuerdo afirman los profesionales, son dotar de una o dos menciones a la unidad académica, las que estarán relacionadas con el tema antártico o turismo de intereses especiales.

Al respecto, ya hay avances concretos que se materializaron en talleres de reciclaje y medio ambiente y seguridad durante el primer semestre y tres salidas a terreno que otorgaron la vivencia del entorno a los estudiantes universitarios. De hecho, para este segundo semestre ya están agendadas tres salidas más, una de las cuales se proyecta con alumnos argentinos de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral de Río Gallegos (UNPA).

Otro de los grandes desafíos es la implementación de una educación dual. Julie Santin, informó que la propuesta es ofrecer un plan especial donde los alumnos que quieran seguir formándose tras obtener su título técnico, estén 6 meses estudiando en la empresa y 6 meses en la academia. Aseguró que la iniciativa, ya cuenta con la disposición de universidades alemanas para la asesoría y empresarios para recibir a los estudiantes. “Es muy necesaria la interacción con los empresarios, para saber qué necesitan, cómo podemos interactuar desde la universidad con ellos, si necesitan una escuela de sommeliers, estrategias de conservación, etc.”, concluyó la profesional.