Extracto recomendado por científico CEBIMA mejora la vida de niño con distrofia muscular
2016/08/15Boletín Normal, Facultad de Ciencias de la Salud, Portada UMAG, Posgrados, noticias- En 2015 y tras escuchar la charla que dieran en Punta Arenas expertos en biomedicina que están participando en la creación del proyecto científico, el padre de Martín de 6 años, Nataniel Álvarez, se acercó a conversar con Enrique Brandan, el especialista a cargo del Laboratorio de Diferenciación Celular y Patología del CARE-UC para pedirle guía en la terapia de su hijo que padece Distrofia Muscular de Duchenne.
-De esta forma, es que llegó al uso del andrografólido Paractin, droga botánica cuyos efectos paliativos en la enfermedad que tiene el niño, fueron descubiertos en el laboratorio del reconocido investigador, quien, además de formar parte del equipo que dará vida al primer Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes (CEBIMA), está postulando a obtener el Premio Nacional de Ciencias 2016.
Cuando Martín tenía apenas 4 años, sus padres, Nataniel Álvarez y Sandra Ulloa, comenzaron a percatarse de las dificultades de movilidad que presentaba el pequeño, por lo que no tardaron mucho tiempo en dar con el diagnóstico, tras consultar y averiguar sobre los síntomas: su hijo mayor, sufría la enfermedad de “Duchenne”, un tipo de distrofia muscular producida por la ausencia de la proteína distrofina, la cual afecta a uno de cada 3.500 niños, y que, lamentablemente, aún no tiene cura, acortando la esperanza de vida de los niños que la padecen.
En medio de la consternación y la angustia, comenzaron en Punta Arenas y en Santiago, los esfuerzos para iniciar cuanto antes el tratamiento médico que pudiera otorgarle a Martín, de ahora en adelante, una mejor calidad de vida. Y pese a que se sintieron incomprendidos y devastados, confiesan que, en ese proceso, nunca pensaron bajar los brazos como familia, ya que tenían claro que el bienestar de su hijo, dependía en gran medida de la fe y la convicción de que siempre se puede salir adelante en tiempos de adversidad.
Así, con el niño ya en manos de los especialistas de cabecera, a mediados de mayo de 2015, Sandra se enteró de un ciclo de charlas que connotados expertos en biomedicina del país vendrían a dictar a la Región de Magallanes; todo, en el contexto del proyecto conjunto que, desde 2014, lidera la Universidad de Magallanes y la Pontificia Universidad Católica de Chile (UC) para crear en la zona, un recinto científico de primer nivel denominado Centro de Excelencia en Biomedicina de Magallanes (CEBIMA), destinado al estudio de recursos naturales para el desarrollo de fármacos con efectos benéficos para la salud.
En este contexto, el principal interés de ambos estuvo en la sesión que iba a brindar el médico e investigador del Centro de Envejecimiento y Regeneración de la Universidad Católica (CARE Chile UC), Dr. Enrique Brandan, especialista en la investigación de las distrofias musculares y, sobretodo, en lo que refiere a la búsqueda de drogas botánicas que ayuden a combatir la enfermedad. Es por ello que, su conferencia, se basó en explicar las aproximaciones terapéuticas para la reparación de la distrofia muscular, centrándose especialmente en pacientes con distrofia de Duchenne.
Nataniel escuchó atento la charla y, a la salida, cuenta que abordó a Brandan “porque sentí que por fin podía acercarme a alguien que sabía mucho más de la enfermedad que nosotros o que los médicos de Punta Arenas, ya que el escenario es muy desolador en cuanto a especialistas en este tipo de enfermedades, sobre todo, en una región como Magallanes”.
Destacando su buena disposición y calidad humana, entre lágrimas le habló sobre Martín y el diagnóstico de Duchenne que habían recibido junto a Sandra hace un tiempo atrás y dijo que, al respecto, “el señor Brandan me contó más en detalle de su investigación, en particular del andrografólido, y de cómo esta hierba puede combatir el deterioro que Martín pueda sufrir. Me aconsejó que, junto al tratamiento con corticoides que él ya había iniciado, comenzáramos a suministrarle el extracto de esta hierba en tabletas de manera periódica; me dijo que lo intentáramos y de que sus características naturales lo hacen un remedio sin efectos adversos”.
El andrográfolido al que se refería Brandan en la conversación con el padre de Martín, es el principal componente bioactivo de la planta medicinal Andrographis paniculata y, para los estudios que lleva adelante como científico, resultó un descubrimiento importante en torno a las investigaciones sobre distrofia muscular de Duchenne y parte de su tratamiento, al observarse una mejoría en la fuerza muscular tanto in vitro como in vivo, con una concomitante reducción de la fibrosis, proceso en el cual las fibras musculares, encargadas de generar fuerza muscular, son reemplazadas por tejido conectivo que no tiene capacidad de contraerse.
De este modo, tomando el consejo del especialista, adquirieron Paractin, el nombre del extracto botánico que está enriquecido en andrografólidos. Como el producto no se comercializa en Chile, debieron concretar la compra vía electrónica a Estados Unidos, país desde donde, por menos de $ 50 mil, les llegaron cuatro frascos de Paractin para comenzar a suministrar al pequeño Martín, que, hace poco, cumplió 6 años.
“Debo decir con mucha honestidad que el consejo del doctor Brandan ha sido el mejor que me han dado en la vida. Martín ha mostrado una evolución en su fuerza, su movilidad y energía, hoy puede correr con más soltura, logra subir escaleras con mucho menos dificultad y hacer su vida de manera normal, no hemos visto deterioro en su movilidad, sino que, al contrario, Martín nos sorprende cada día con sus “gracias” y sus desafíos”, comentó Nataniel, tras varios meses de tratamiento alternativo con el extracto botánico recomendado por Brandan.
“Él es un niño feliz, va al colegio, va a sus terapias al Centro de Rehabilitación, hace yoga en casa con nosotros y juega entusiastamente con su hermano Gaspar. Lo que hacemos es disfrutar el día a día y entregarle la mejor calidad de vida que un padre y una madre pueda querer para sus hijos. Nosotros no queremos “tirar la toalla” como creemos algunos padres lo pueden hacer, queremos ser fuertes y educar para hacer de él y su hermano, niños independientes y felices”, agregó.
Por último, se refirió al ámbito de la ciencia y recalcó que el hecho de que en Chile se investigue e invierta en este tema, “es creer de verdad en una mejor calidad de vida para las personas”, asegurando que el futuro CEBIMA, apuesta a ser una muestra de ello, porque espera consolidarse en el desarrollo de fármacos para prevenir, paliar y curar enfermedades a partir de productos naturales de la zona.
Brandan: “Testimonios así dan una satisfacción tremenda”
Luego de su visita a Punta Arenas y su encuentro con el padre de Martín, el Dr. Enrique Brandan se ha mantenido en contacto con él para saber cómo ha evolucionado la salud del niño.
Al respecto, afirmó que las novedades que ha recibido por parte de Nataniel lo ponen muy contento, ya que “una de las características de esta enfermedad es la fibrosis, que es esta acumulación de tejido no funcional, que no tiene la capacidad de contraerse y que estamos tratando de inhibir. Entonces que haya menos fibrosis, es como nosotros hemos visto que hay mejoría, y eso es una satisfacción tremenda para un investigador, para todos quienes trabajamos en esto”, dijo.
Sobre el tratamiento con andrografólidos, Brandan fue claro en que “lo que nosotros estamos haciendo aquí es paliar la inflamación y estamos produciendo que, como resultado de eso, haya más fuerza en los músculos, pero no es que estemos solucionando ni curando la enfermedad. Eso todavía no se ha logrado y va a ser difícil, porque la proteína distrofina es súper compleja. Por eso hay que seguir investigando y trabajando”.
Acorde a su experiencia en el tema, actualmente, el médico del Centro CARE UC e investigador del proyecto CEBIMA, postula a ser Premio Nacional de Ciencias 2016, poniendo sus fichas en que el proyecto universitario que va a tener lugar en la Región de Magallanes, será un acierto para la ciencia en Chile. “Lo que más nos entusiasma es que vamos a estar expuestos a una serie de productos naturales a los que el resto del mundo no tiene acceso y eso puede tener muchos efectos; a priori no te puedo decir en qué enfermedad, pero puedes tener plantas que son candidatas, entonces el CEBIMA va a ser un puntapié súper potente para encontrar buenas sorpresas”, afirmó Brandan.
Andrés Mansilla, vicerrector de Investigación y Postgrado de la UMAG, destacó también la contribución del experto en términos que significa un aporte valioso para la puesta en marcha del CEBIMA. “Eso hace que uno le encuentre sentido a la investigación científica que a veces aparece tan alejada pero que en estos casos vemos un real beneficio a la población, sobre todo en regiones”, agregó Mansilla haciendo hincapié en la importancia de mantener la colaboración con otras instituciones -como la UC-, en proyectos de esta índole.
La construcción del CEBIMA, en tanto, está pronta a ejecutarse. El vicerrector Mansilla informó que, este año, comenzará la edificación del recinto que se ubicará en terrenos adyacentes al Hospital Clínico de Magallanes, tras cumplir los trámites de licitación.
Leer publicación en la sección Ciencias de El Magallanes (domingo 14 de agosto de 2016)