A la derecha de la fotografía, aparece el Dr. Pedro Cid, quien está acompañado de otros participantes del encuentro.

A principios de 2016, la organización internacional denominada Foro Global para la Innovación en la Agricultura, GFIA (por sus siglas en inglés), invitó a la comunidad científica a presentar proyectos de investigación en el área de las ciencias de los alimentos, con el objetivo de llevar a cabo un congreso mundial a desarrollarse los días 16 y 17 de febrero en la ciudad de Abu Dhabi, en los Emiratos Árabes Unidos.

El Dr. Pedro Cid de la Dirección de Programas Antárticos (DPA) de la Universidad de Magallanes, hizo su postulación con el trabajo titulado “Adaptación de la mejora de bio productos específicos en microalgas antárticas para ser utilizado como complementos alimenticios”, estudio que, finalmente fue seleccionado, junto a otros cientos de proyectos de investigación sobre el tema alimenticio. A nivel latinoamericano, la propuesta del profesional de la UMAG, fue la única escogida.

“Mientras me encontraba haciendo uso de mis vacaciones recibí la grata e inesperada noticia que había sido seleccionado para asistir a la conferencia y debería viajar en un plazo no mayor a tres días, siendo no, solamente, responsable de presentar mi propuesta, sino que también se me propuso como “Discussion Leader”, explicó el investigador, cuyo trabajo está basado en los resultados de sus investigaciones con microalgas antárticas, en el sentido de controlar y favorecer la producción de ciertos compuestos químicos generados por estos microorganismos como respuesta a estímulos ambientales extremos.

Según detalló el Dr. Cid, “las microalgas producen altas cantidades de compuestos químicos de valor nutritivo, como por ejemplo ácidos grasos insaturados (omega 3 y omega 6) y vitaminas, como respuesta al estrés térmico y lumínico. Al inducir estas respuestas en un ambiente controlado, tenemos la capacidad de incrementar el contenido en estos compuestos en el orden de un 30 a 40%, por lo tanto podemos pensar en el potencial de estas microalgas para ser utilizadas como “biorefinerías”  en la industria alimenticia”.

De vuelta a sus funciones en la casa de estudios, el científico se refirió a la experiencia vivida en la actividad, a la cual asistieron aproximadamente 400 científicos. “En términos profesionales, el ser el único latinoamericano seleccionado para la conferencia es muy satisfactorio y la actividad fue muy interesante y educativa, generándose una serie de iniciativas que se pretende poner en marcha. Además, en lo personal, el poder viajar a un lugar tan lejano y exótico, fue un incentivo adicional”, manifestó.

Las conclusiones de la reunión serán resumidas en un libro que será editado por un equipo de encargo de GFIA, el que servirá como insumo para el próximo encuentro a realizarse en 2017.