-Mónica Quiroz, coordinadora del proyecto Senda-CUECH, dijo que la  prioridad no es trabajar en la caracterización del consumo, si no que dar a conocer cuáles son las consecuencias del consumo desmedido en drogas y alcohol de acuerdo a la realidad de cada universidad en su región.

Por Guillermo Muñoz y Angela Molina / Fotos: Max Ulloa

Durante dos días, la Universidad de Magallanes fue sede del encuentro anual de la Red Interuniversitaria de Prevención de Drogas en el que se encuentran trabajando los planteles pertenecientes al Consorcio de Universidades Estatales de Chile, CUECH.

La instancia universitaria, surge como fruto de la colaboración que vienen sosteniendo desde hace algunos años en el tema de la drogodependencia, el CUECH y el Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol, SENDA, con el fin de impulsar políticas preventivas para evitar el uso de estas sustancias entre los alumnos universitarios.

En este contexto es que durante la reunión, los representantes de las 16 universidades que componen el CUECH y profesionales del organismo público encargados de liderar estas acciones al interior de los planteles, compartieron sus experiencias y analizaron los avances en las líneas de prevención, formación e investigación que se tienen contempladas dentro de la alianza institucional, al mismo tiempo que fijaron las proyecciones del trabajo conjunto para el 2016.

Dentro de las principales conclusiones, destaca el acuerdo de fortalecer y promover las acciones en investigación y potenciar la capacitación de los equipos regionales de cada universidad a través del vínculo con SENDA. En lo que refiere a encuentros o programación de actividades, convinieron realizar una campaña el próximo año que pueda dedicar un día entero a hablar sobre la prevención y tratamiento del consumo de drogas y alcohol en las dependencias universitarias.

Mónica Quiroz, quien es la coordinadora del proyecto SENDA-CUECH, destacó la  realización de esta jornada nacional porque permitió constatar los resultados y dificultades del trabajo actual, sumado a las acciones conjuntas para los años venideros. Sobre el tema en sí, aclaró que la prioridad no es trabajar en la caracterización del consumo, si no que dar a conocer cuáles son las consecuencias del consumo desmedido en drogas y alcohol de acuerdo a la realidad de cada universidad en su región.

“Hemos puesto énfasis en aquellos elementos que se constituyen en sí como protectores para que los estudiantes no consuman de manera desmedida, teniendo como objetivo  la responsabilización, reducción del daño y del consumo”, recalcó. De esta manera, para aquellos estudiantes que tienen problemas en el consumo, aseguró que cada universidad ideará estrategias de acogida, de derivación y de tratamiento, pero siempre con énfasis en la prevención.

En relación a la discusión sobre legalización y despenalización de marihuana, señaló que es importante que cada que cada plantel sostenga una discusión interna a partir de su propia vinculación con organismos públicos y privados, principalmente,  porque se trata de un debate que sirve para potenciar las habilidades y destrezas de los estudiantes en cuanto a conciencia y responsabilidad social como parte del perfil de egreso que se espera de ellos.

La directora (s) de SENDA Magallanes, Lorena Guala, en tanto, dijo que “para nosotros es muy importante desarrollar este trabajo mancomunado,  ya que es en este grupo etario donde se evidencia un consumo importante, pero también porque podemos ir insertando de a poco otras temas de prevención en los jóvenes e incorporarlos en las mallas curriculares”.

Junto con ello, la profesional recordó que la realidad regional indica que  el principal consumo juvenil se manifiesta, fundamentalmente, en el alcohol, la marihuana y el tabaco. De hecho, el último estudio de población escolar, presentado en 2014, indica que en los jóvenes que cursan cuarto medio se manifiesta una baja en el consumo de alcohol y tabaco, pero un aumento en el consumo de marihuana.

Trabajo colaborativo regional

Melissa Flores, coordinadora institucional de la Umag y además directora de la Unidad de Responsabilidad Social Universitaria, señaló que este trabajo les ha permitido aunar los esfuerzos ya hechos por la institución en la materia y, con ello, generar acciones preventivas de vinculación con la comunidad.

Las universidades exhibieron parte de la folletería con la que promueven las campañas de prevención de drogas y adicciones.

Dijo, en ese sentido, que uno de los avances más importantes ha sido la conformación de un Comité para la Prevención de Adicciones que reúne a profesionales de distintas carreras de la universidad, cuya labor está orientada a planificar las estrategias “que nos orientan a abordar las áreas de acción que tiene la universidad”.

“Estamos tratando de que se potencie la investigación en este tema a través de tesis, de proyectos, que empiecen a haber alianzas de académicos con Senda a nivel regional, por ejemplo, y atraer el interés de cada vez más estudiantes en la plataforma virtual de enseñanza del consorcio y los cursos e-learning, en que se entregan asignaturas de autocuidado y prevención de adicciones”, agregó.

A nivel comunal, el comité ya ha llevado cabo talleres sobre el tema dirigidos a cientos de escolares, y donde han participado alumnos de las carreras de Trabajo Social, Psicología, Terapia Ocupacional, Pedagogía y Enfermería.