Un nuevo operativo social llevó a cabo, este fin de semana, el Voluntariado de la Universidad de Magallanes. En esta ocasión, los beneficiados fueron los vecinos y vecinas de la Población Nelda Panicucci de Punta Arenas, quienes, a través de la Junta de Vecinos del sector, acudieron a su sede comunitaria para recibir la orientación de alumnos y profesores de cinco carreras de la casa de estudios: Pedagogía en Educación Parvularia, Derecho, Enfermería, Nutrición y Dietética y Terapia Ocupacional.

La actividad en esta población, es fruto de un trabajo conjunto que el Voluntariado ha venido realizando con la directiva de la unidad vecinal. Así lo afirmó el profesor Javier Albornoz, quien dijo que se ha colaborado, por ejemplo, con asesorías en formulación de proyectos. Es por esta razón que valoró la participación e iniciativa de los vecinos por levantar esta feria de los servicios sociales en la sede de la Junta de Vecinos.

“Estamos empoderando un poco a nuestros jóvenes, nuestros estudiantes, lo que es el voluntariado de varias carreras y la idea paralela es trabajar con las juntas de vecinos, que los vecinos puedan conocer que la universidad está saliendo a la calle, que estamos trabajando y que las carreras son un servicio en torno a nuestra responsabilidad social como institución pública, un servicio para la comunidad”, agregó el docente de la Umag.

Apoyando a la comunidad

Familias enteras y sobre todo adultos mayores, fueron llegando de a poco a los stands instalados por el equipo universitario, que desplegó su trabajo en dar respuesta a consultas jurídicas, realizar exámenes preventivos y brindar consejos de alimentación saludable, entre otros servicios.

Adelina Neiquel, tesorera de la Junta de Vecinos Nelda Panicucci, se mostró contenta con el operativo social porque dijo que se trata de un apoyo concreto a la solución de las necesidades más importantes de la comunidad. “Es una oportunidad muy buena, que se necesita, se requiere más gente en terreno, sobre todo en esta población que hay personas que tienen familiares postrados en casa, el problema de los perros, la basura, etc.”, señaló.

En ese sentido y para la vecina Sonia Villarroel, ojalá estas actividades se pudieran repetir en el tiempo “porque hay mucha gente que necesita de la ayuda de los profesionales”. En su caso, la consulta fue legal, porque quería orientación relacionada con el divorcio.

De parte del estudiantado, la jornada también sirvió para que la gente se sintiera escuchada. “Lo primero es que las personas que nos visitaron llegaron con bastantes dudas y lo importante es que nosotros, pudimos aclararlas. Acá por ejemplo, las preguntan que más nos hacen es sobre la presión, la glicemia, qué es lo que tienen que hacer si han estado enfermos, y cómo nosotros los podemos ayudar. Pero también cuentan más cosas que les ha pasado durante el día, a sus familias, hace tiempo atrás, y ahí uno debe hablar con ellos, no decir respóndame esto y se acaba, hay que saber escuchar”, comentó Jocelyn Ojeda, alumna de tercer año de Enfermería.