Liceo Donald McIntyre Griffiths: Enseñando en el fin del mundo

Treinta horas de navegación en el Ferry Yaghan o una hora 20 minutos de vuelo en una avioneta Twin Otter de catorce pasajeros separan a Punta Arenas de Puerto Williams. Localidad de que se sitúa en la ribera norte de la Isla Navarino a orillas de la boca atlántica del Canal Beagle.

Como centro neurálgico se encuentra el Liceo Almirante Donald Mc Intyre Griffiths, sus habitantes nos cuentan que aquí se realizan todos los eventos sociales y culturales de la comuna, desde galas artísticas, premiaciones, votaciones y todas las rendiciones de la Prueba de Selección Universitaria.

Esto se suma a ser considerado como el establecimiento educacional de enseñanza básica y media más austral de Chile y del mundo, y uno de los cinco liceos de la Región de Magallanes que están dentro del Programa de Acompañamiento y Acceso Efectivo a la Educación Superior (PACE).

De pre básica a cuarto medio, el liceo tiene una matrícula de 434 alumnos. En kínder hay cerca de 40 niños, en quinto y sexto hay 38 alumnos, en segundo y cuarto básico existen dos cursos, mientras que algunos cursos de enseñanza media, hay un solo curso donde no superan los 20 estudiantes.

Ingresamos a la oficina del director, Francisco Fernández Barría, y él nos cuenta que lleva más de 31 años trabajando en el establecimiento, primero como profesor de matemática y física, luego como inspector y hace dos años asumió como director suplente.

“Es un gran desafío enseñar acá, Puerto Williams tiene características especiales, es una localidad con una población flotante, concurren familias que son del ámbito naval, como también del ámbito de las empresas o de las pesqueras, son grupos familiares que vienen de uno a seis años, van rotando, llegan sobre 100 alumnos nuevos en marzo, pero en diciembre esa misma cantidad se traslada a otras comunas”, destacó.

Pese a ello, han mantenido buenos resultados en las pruebas estandarizadas como el SIMCE o la PSU, “Nosotros hemos realizado grandes esfuerzos en el Plan de Mejoramiento, y nuestras metas están orientadas a mejorar los resultados en estas pruebas, pese a que siempre hemos estado sobre la media regional y nacional”, explicó Fernández.

Asimismo, la llegada de los profesionales del Programa PACE ha sido muy significativa para el Liceo, “Es una gran oportunidad para los alumnos que egresan, ya que ellos cuando salen no tienen expectativas claras sobre su futuro, indudablemente es un inmenso apoyo, ya que amplía su mirada, abre sus expectativas, entrega apoyo para que ellos puedan continuar estudios en las instituciones de educación superior. Pese a que es sólo un 15% el que ingresa por el PACE a las Universidades (sólo 3 alumnos en cuarto medio), pero el apoyo vocacional y académico que se entrega es invaluable”, comentó.

Añadió que el Programa PACE ha sido una forma de sacarlos de la burbuja, “es necesario que ellos cambien su dinámica ya que se encierran en su mundo pensando que son especiales por vivir en una localidad apartada, y con el PACE cambian esta mirada y amplían su horizonte de posibilidades, en especial con el último Proyecto Participativo, donde ellos pudieron realizar una gira a Punta Arenas para conocer la Universidad de Magallanes, empresas, servicios públicos y los centros culturales”.

Acompañamiento docente

El profesor de matemática y física, Juan Carlos Oyarzún, llegó hace 25 años a Puerto Williams e históricamente es el único profesor que dicta la asignatura para todos los niveles de enseñanza media.

“Acá es el único lugar donde me he desempeñado y formado como profesor, antes hice unos reemplazos, pero tengo la impresión que trabajar acá es totalmente distinto a otros liceos, en contacto que tienes con los alumnos, la clase de alumnos que tenemos es bien diferentes, acá no tenemos problemas graves de indisciplina, acá no hay violencia ni peleas. La relación es estrecha entre profesor y alumno, porque nos encontramos en todas partes en la comuna, conocemos a su familia y le hemos hecho clases a todos, entonces la relación es bien familiar con nuestros estudiantes”.

Nos cuenta que desde el año pasado (fecha en que comenzó a funcionar el Programa PACE), ha trabajado con los profesionales que realizan el acompañamiento docente. “Conozco el Programa PACE desde que comenzaron a trabajar con el Liceo, y la verdad que el año pasado quedé con gusto a poco, me dejó la sensación que no fue muy bien aprovechado por el colegio o faltaron algunas instancias. Lo que sí este año veo más preocupación, ya se están concretando varias actividades, por ejemplo: la visita de los alumnos de cuarto medio a Punta Arenas, además tuve la visita de un profesor de matemática que me vino a enseñar y a mostrar actividades nuevas. Ahora estoy viendo cosas más concretas del Programa PACE”.

Durante la entrevista enfatiza en que era necesario que existiera un acompañamiento docente, “llevo más de 20 años haciendo clases de matemáticas acá, y soy el único profesor que conocen los alumnos, siempre he pedido que venga un profesor nuevo y que les haga talleres, para que los chicos vean cosas más novedosas y yo también poder actualizarme, soy un profesor que quiere aprender para enseñarle de mejor forma a sus alumnos. Entonces el Programa PACE me está dejando una buena sensación, que venga un profesor de mi asignatura a entregarme nuevas herramientas pedagógicas. Necesitaba que llegara un colega para saber sí estaba haciendo bien o mal mi trabajo”.

Relata que al principio hubo una especie de incertidumbre, porque no sabían de qué manera se ejecutaría este acompañamiento docente, “Era algo nuevo para nosotros, la verdad es que al principio no entendía cómo iban a trabajar con nosotros, siempre nos preguntábamos qué apoyo necesitábamos, y yo siempre lo orientaba para el tema de la PSU, pensé que era para rendir una buena PSU, y que la orientación va centrada a como insertarse en la educación superior”, expresó Oyarzún.

Primera generación que ingresaría con PACE

Cristian Villarroel, profesor jefe del cuarto medio nos cuenta que llegó hace dos años a dictar la asignatura de Lenguaje a Puerto Williams. El curso que dirige es parte de la primera generación que ingresará con el Programa PACE a la Universidad.

“Con mi curso comenzó a implementarse el Programa PACE el año 2015, es una iniciativa novedosa que permite tanto a los alumnos como a los profesores actualizarse en general desde el apoyo pedagógico, la orientación vocacional y los temas que se están hablando ahora en el país. Esto ayuda muchísimo tanto a directivos, como profesores y alumnos”, destaca.

Cabe mencionar, que el docente fue parte de la ejecución del Proyecto Participativo “Camino a la Universidad”, instancia donde doce estudiantes de este curso pudieron realizar una gira de estudio en Punta Arenas, donde pudieron visitar la Universidad de Magallanes, instituciones públicas, empresas y museos.

“Se nos dio la oportunidad de hacer una pasantía estudiantil a través de un Proyecto Participativo, y se gestó como una idea de los directivos, tanto como de los profesores. Se les realizó la consulta previa a los alumnos, para saber qué querían hacer ellos, qué les parecía novedoso, qué les faltaba en el tema de proyección a futuro, y así surgió esta idea. Fue muy bien acogida por la comunidad, se nos trató súper bien, los niños pudieron conocer la Universidad de Magallanes, instalaciones, becas para así saber qué carrera estudiar a futuro”, precisó Villarroel.

Su curso está compuesto por 17 jóvenes, de los cuales 13 ya saben que carrera van a estudiar, “En general es una buena promoción, son alumnos bastante críticos, tienen mucho acceso a la información, están bastante actualizados y saben lo que quieren, ahora esperemos a ver cómo les va en la PSU”, afirma.

Lilian Toro Vidal es una de las estudiantes que componen este grupo curso, y ostenta uno de los mejores resultados académicos de su promoción. El año pasado fue de intercambio a Nueva Zelanda, por lo que recién está participando de las actividades del Programa PACE.

“Recién en abril participé de la pasantía en Punta Arenas, antes no había participado de las actividades del PACE porque estuve ocho meses en Nueva Zelanda por el Programa Abre Puertas, pero sé que este es un programa que nos da oportunidades para ingresar a la educación superior, además que se dan talleres de orientación vocacional con la psicóloga (Patricia Rojas) para saber qué carrera vamos a estudiar en la Universidad”, señaló.

De igual modo espera, al final del año escolar ser parte del 15% mejor de su promoción, para poder ingresar por el Programa PACE a una carrera del área social en alguna de las Universidades de la Región Metropolitana. “Aún no tengo claro que carrera voy a estudiar el próximo año, estoy entre sociología, psicología o incluso me gustaría pedagogía, pero lo que sí tengo claro es que quiero ayudar a la gente con lo que estudie, por eso estoy más centrada en el área de las ciencias sociales”.

La joven además está empeñada en convertirse en la primera profesional de su familia, lo cual sin duda será un gran orgullo para ella, sus padres y hermanos.