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Centro de Investigación GAIA Antártica


Investigación – Docencia – Vinculación con el Medio

10 de mayo del 2020

Televisión Regional Destaca Sello Antártico Institucional

El canal de Televisión regional ITV Patagonia y por gestión de comunicaciones de la Universidad de Magallanes, se destaca la alianza estratégica entre la Fundación Glaciares Chilenos y el centro de investigación CIGA. Entre sus dichos reclacan lo siguiente:

“El reconocido Sello Antártico que entrega el Centro de Investigación GAIA Antártica de la Universidad de Magallanes estaba reservado para instituciones educativas, eso hasta ahora. Un reciente acuerdo entre el centro universitario y la Fundación Glaciares Chilenos permitirá extender el conocimiento sobre el continente blanco más allá de las escuelas, liceos y jardines infantiles”…

Para visitar la nota periodística del Canal de Televisión, puede acceder por AQUI

05 de mayo del 2020

Gobierno lanza fondo de $2.300 millones para investigación científica sobre COVID19

El Ministerio de Ciencia junto a la ANID abrieron una convocatoria especial para que investigadores e investigadoras, en todas las disciplinas, contribuyan a desarrollar nuevas herramientas y estudiar el impacto del coronavirus en Chile. Los interesados podrán postular hasta el 22 de mayo a través de www.anid.cl

En La Moneda, el Presidente Sebastián Piñera, junto al ministro de Ciencia, Andrés Couve, la subsecretaria de Ciencia, Carolina Torrealba y la directora de la Agencia Nacional de Investigación y Desarrollo, ANID, Aisén Etcheverry, anunciaron un Fondo para Proyectos de Investigación Científica sobre COVID-19, con el propósito de aportar al desarrollo de nuevas herramientas y estudiar el impacto del coronavirus desde todas las áreas del conocimiento.

Más información en el siguiente link

05 de mayo del 2020

Extraordinaria diversidad de fósiles cerca del Glaciar Perito Moreno

En una portentosa expedición de la que participaron 30 paleontólogos y geólogos de Argentina y Japón, se descubrió un ecosistema de la última época de los dinosaurios a pocos kilómetros del glaciar Perito Moreno. La campaña se vio afectada por la pandemia y, como consecuencia del Coronavirus, un gran dinosaurio quedó literalmente varado en Santa Cruz, a la espera de ser rescatado prontamente.

Aves, cocodrilos, plantas, troncos de árboles petrificados, caracoles… Todo un Parque Cretácico de la última época de los dinosaurios fue hallado en Santa Cruz, lo cual representa un hecho único para comprender lo que ocurrió en el período previo a la extinción masiva acontecida hace 66 millones de años.

La campaña implicó un gran despliegue y los resultados fueron sorprendentes. El doctor Fernando Novas, jefe del Laboratorio de Anatomía Comparada del Museo Argentino de Ciencias Naturales (MACN) e investigador del CONICET, dirigió esta gran expedición junto al paleontólogo Makoto Manabe del Museo Nacional de Tokio.

“Descubrimos fósiles muy variados y esto se produjo, en gran medida, porque el grupo de trabajo que participó de la expedición fue muy numeroso, de unas 30 personas que incluyeron no solo a paleontólogos, sino también sedimentólogos de la Universidad Nacional de La Plata, geofísicos de la UBA, como así también al grupo de científicos que vino desde Tokio”, relató Fernando Novas a la Agencia CTyS-UNLaM.

El doctor Federico Agnolin, investigador del MACN, del CONICET y Fundación de Historia Natural Félix de Azara, destacó (ver video): “Tuvimos un éxito sin precedentes. Pudimos descubrir una enorme cantidad de fósiles, entre pequeños granos de polen, plantas y dinosaurios. Hemos encontrado de todo; nos hemos encontrado prácticamente con un ecosistema de entre 65 y 70 millones de años de antigüedad”.

“Descubrimos gran parte de lo que componía la flora y la fauna de aquel lugar en aquel entonces”, valoró Agnolin. Y agregó: “En aquel entonces, no existía la cordillera de los Andes y el ambiente era totalmente distinto al actual. Los roquedales por los que caminamos eran lagos, lagunas, ríos y bosques”.

El paleontólogo Fernando Novas aseveró: “Los fósiles y toda la información que hemos recolectado nos va a permitir conocer cómo fueron los cambios ambientales, climatológicos, faunísticos y florísticos ocurridos en los últimos cinco millones de años del reinado de los dinosaurios”.

Según advirtieron los geólogos que participaron de la campaña, en ese sitio de montaña ubicado 25 kilómetros al sudoeste de El Calafate, había un río a fines del Cretácico y, a la orilla del mismo, se depositaban los sedimentos de estos animales y plantas ahora transformadas en fósiles.

“También, encontramos ranas, lagartijas, serpientes, tortugas acuáticas, dinosaurios carnívoros y herbívoros, e incluso restos de un gran cocodrilo”, continuó enumerando el doctor Agnolin a la Agencia CTyS-UNLaM.

El técnico Marcelo Isasi del MACN y del CONICET estuvo a cargo de las tareas logísticas para esta gran expedición. “No recuerdo que se haya hecho una campaña tan grande en los últimos años en Argentina y, ahora, nos resta volver, porque encontramos un dinosaurio enorme, pero el helicóptero de la Fuerza Aérea Argentina que iba a ayudarnos a extraerlo no pudo realizar el operativo con motivo del inicio de la cuarentena preventiva por el Coronavirus”.

“Cuando volvamos, nos va a ir muy muy bien”, consideró Isasi. Y agregó: “La montaña nos espera con un montón de maravillas paleontólógicas que estamos deseosos de ir a descubrir”.

La expedición se desarrolló entre los días 6 y 24 de marzo. Respecto a lo que experimentó el grupo de investigadores cuando se enteraron de lo que estaba ocurriendo en el mundo con el COVID-19, Isasi contó: “No sabíamos qué hacer, pensamos en quedarnos en la montaña y seguir trabajando, pero el clima ahí ya se ponía cada vez peor y tuvimos días de mucho viento en los que se nos rompieron varias carpas”.

“Veníamos con otra mentalidad, del aire puro de la montaña, de ver guanacos y pumas, un lugar mágico, con el glaciar Perito Moreno y con una vista extraordinaria de toda la Cordillera y, al bajar, nos encontramos con una realidad tremenda y tuvimos que hacer la cuarentena en El Calafate durante varios días, hasta que finalmente pudimos obtener los papeles y permisos necesarios para regresar a nuestras casas y seguir el aislamiento preventivo”, narró Isasi a la Agencia CTyS-UNLaM.

El doctor Fernando Novas indicó: “Una de las ventajas de haber encontrado este ecosistema de fines de la Era Mesozoica radica en que nos permitirá saber que ocurrió aquí, en el hemisferio sur, durante la extinción de los dinosaurios”.

“La mayor parte de los registros paleontológicos de esos últimos millones de años del Cretácico provienen del norte, especialmente de Europa, Norteamérica y Asia, pero ésta es la primera vez que aportaríamos algo desde el extremo sur de Sudamérica, por lo que podremos conocer qué ocurrió en esta otra mitad del Planeta Tierra en ese entonces”.

Al respecto, el doctor Makoto Manabe del Museo Nacional de Tokio, afirmó que “hoy existe un consenso general de que la colisión de un asteroide causó la última de las cinco extinciones masivas en la historia de la Tierra, la cual aconteció hace 66 millones de años y se conoce con el nombre de límite K/Pg”.

“Los fósiles de América del Norte jugaron un papel importante en los debates”, indicó Manabe. Y agregó: “Recientemente, comenzamos a ver lo que sucedió no sólo hace 66 millones de años, sino también 10 millones de años antes y después del límite”.

“Hubo alteraciones en la disparidad morfológica en algunos dinosaurios en América del Norte mucho antes de la colisión del asteroide; en tanto, otra investigación indica que perecieron diversidad de especies de cocodrilos y el tamaño de sus cuerpos disminuyó después del límite K/Pg, mientras que los mamíferos aumentaron significativamente la diversidad de especies y el tamaño de sus cuerpos dentro de los 700 mil años posteriores a la colisión del asteroide”, detalló Manabe. Y consideró: “Todos estos datos son de América del Norte, pero la extinción en masa hace 66 millones de años fue un evento mundial”.

De allí la importancia del hallazgo de este ecosistema fósil en Santa Cruz, para describir lo que ocurrió en el hemisferio sur y aportar datos a la reconstrucción de esa etapa crucial en la historia del Planeta.

“Estos estudios no solo son fascinantes para comprender el pasado, sino también para aprender sobre nuestro futuro cercano”, analizó Manabe. Y advirtió en diálogo con la Agencia CTyS-UNLaM: “Hoy, es probable que vivamos al comienzo de la sexta extinción masiva. Necesitamos aprender de la última extinción masiva acontecida en el límite K/Pg para no experimentar la extinción del Homo sapiens, nuestra propia especie, en el futuro cercano”.

Por su parte, Novas destacó: “Los fósiles que hemos encontrado nos van a permitir clarificar mucho más sobre cómo fueron las tendencias evolutivas que tuvieron los distintos organismos, sean plantas, caracoles, dinosaurios, tanto los pequeños como los gigantescos, durante los últimos millones de años antes de esta extinción y, también, para tratar de entender por qué otras especies sobrevivieron, algunas de las cuales viven hasta nuestros días”.

Fuente: Agencia CTyS-UNLaM

04 de mayo del 2020

En Antártica las condiciones climatológicas en glaciar Unión han estado estables en los últimos 35 años

Punta Arenas, 30 de abril de 2020.- A principio de este año, las altas temperaturas y la falta de nieve en la península Antártica copaban la agenda noticiosa. También se hizo eco en los medios de comunicación sobre grandes témpanos que se desprendían desde sus costas y llegaban a parar a aguas más cálidas. No obstante, frente a este preocupante escenario y a sus múltiples efectos, es importante aclarar que la Antártica es un continente extenso, de más de 14 millones de kilómetros cuadrados y responde de diferentes maneras a los procesos climáticos debido a características como altitud, distancias a la costa o sector geográfico.

Precisamente, un grupo conformado por quince investigadores chilenos, británicos, alemanes, brasileños y estadounidenses se propuso estudiar una zona donde prácticamente no se tenían registros de variabilidad climática. Nos referimos al glaciar Unión, en los montes Ellsworth, situado en una zona de transición entre la península Antártica (de una importante influencia oceánica) y el casquete de hielo interior de la Antártica occidental. Sus resultados fueron publicados en el artículo científico “Stable water isotopes and accumulation rates in the Union Glacier region, Ellsworth Mountains, West Antarctica over the last 35 years” (traducido al español como: Isótopos de agua estable y tasas de acumulación en la región de glaciar Unión, montes Ellsworth, Antártica occidental, en los últimos 35 años) y dados a conocer recientemente en el volumen 14, número 3 de la revista especializada The Cryosphere. Cabe mencionar que este es el 11° artículo publicado por autores nacionales en Web of Science.

“Como no existía un instrumento que haya estado midiendo constantemente las condiciones meteorológicas del lugar, tuvimos que utilizar una forma indirecta de determinar qué ha ocurrido con variables como la temperatura, precipitaciones y régimen del viento, entre muchos otros factores”, aclara el Dr. Francisco Fernandoy de la Universidad Andrés Bello (UNAB) sede Viña del Mar, uno de los coautores del estudio. Junto a él también figuran los investigadores nacionales Marcelo Aliaga, también de la UNAB sede Viña del Mar, el Dr. Ricardo Jaña del Instituto Antártico Chileno (INACH), la Dra. Delia Rodríguez de la Universidad del Desarrollo y la Dra. Guisella Gacitúa de la Universidad de Magallanes.

Los científicos se trasladaron hasta el glaciar Unión durante los meses de noviembre de los años 2014 y 2015 para recolectar las muestras y datos geofísicos en el marco de la Expedición Científica Antártica (ECA) organizada por el INACH. En cada oportunidad, permanecieron durante 15 días. “Sin embargo, el período más largo vino en el laboratorio. Esto tomó varios años hasta tener todos los análisis completos y luego procesar y publicar los datos. Posteriormente, nuestros hallazgos debieron ser revisados y validados por la comunidad científica, lo que tomó aproximadamente un año de discusión”, relata.

Primero, obtuvieron muestras de hielo de diversos puntos de esta región, desde el borde de la plataforma de hielo de Ronne, pasando por los montes Ellsworth hasta el plateau de hielo del interior. Para estos efectos, se empleó una perforadora de hielo mecánica, que permitió extraer testigos de hielo de hasta 20 metros de profundidad, muestras que después serían analizadas químicamente en el laboratorio. “Junto a lo anterior, también hicimos en terreno una especie de radiografía de las capas de nieve y sus estructuras internas. Esto lo realizamos con un instrumento llamado radar de penetración. Gracias a la combinación de ambas técnicas, pudimos reconstruir qué ocurrió en el pasado”, afirma Fernandoy.

Posteriormente, en los laboratorios de la Universidad Andrés Bello se analizaron las moléculas de agua para determinar su composición isotópica; pero no existían las capacidades para medir la composición química del hielo, debido a la baja concentración de impurezas que contiene. Para ello se asociaron con el Instituto de Investigación Polar y Marina Alfred Wegener, de Alemania (AWI), el Instituto Antártico Británico (BAS) y el Instituto de Investigación del Desierto de Reno, Estados Unidos (DRI). Además, se colaboró en el análisis de los resultados con varias instituciones nacionales e internacionales como la Universidad de Humboldt (Alemania) y la Universidad Federal de Río Grande (Brasil), entre otras instituciones internacionales. Esta investigación fue posible gracias al apoyo logístico y financiero del INACH y al apoyo de las Fuerzas Armadas que los asistieron en sus expediciones.

Resultados

Los investigadores lograron establecer que en los últimos 35 años las condiciones meteorológicas de la zona se han mantenido bastante estables. “Esto es una buena noticia para este punto de la Antártica en particular. Los glaciares que se encuentran en esta región, alimentan a la segunda plataforma de hielo más grande del continente antártico, donde se combinan dos grandes plataformas de hielo o masas de hielo flotante, la plataforma de hielo de Ronne-Filchner. Esto es bastante llamativo, debido a que en la zona cercana hacia la costa oeste de la península Antártica, se ha detectado que la precipitación se ha doblado en cantidad por el aumento de la temperatura de la atmósfera y del océano de las últimas décadas, así como también se han visto respuestas muy rápidas de las plataformas y de los glaciares que los alimentan”, explica el investigador de la UNAB.

No obstante, añade que estas conclusiones son bastante acotadas aún, ya que el trabajo que efectuaron fue de tipo exploratorio, a modo de entender y caracterizar la región del glaciar Unión, pero que a futuro pretenden ampliar su estudio a miles de años atrás. “Ahora ya tenemos un conocimiento mucho más profundo de la dinámica del sector y creemos que tenemos la oportunidad de extender nuestro estudio mucho más atrás en el tiempo. Hablamos a una escala de miles de años probablemente. Sabemos ahora que la variabilidad climática está ligada a lo que ocurre en el mar de Weddell y parte del océano Índico”, precisa.

De esta manera, los investigadores no solo cuentan con información de lo que sucede en el continente, sino también en el océano que está teniendo fuertes transformaciones debido al  cambio climático. “Es muy interesante poder entender que el hielo es una verdadera ventana al sistema climático en general”, sentencia el Dr. Fernandoy.

Fuente : Ovejeronoticias.cl

02 de mayo del 2020

Centro IDEAL organiza Charlas Antárticas

En Centro IDEAL ha organizado una serie de Charlas Antárticas.

Programa completo

06 de mayo              En la Antártica : El arribo anunciado de un visitante no deseado Dra. Leyla Cárdenas y Paulina Bruning
13 mayo Antártica bajo cero: un verdadero laboratorio natural para la investigación
Ignacio Garrido
20 mayo Glaciares, algo más que agua congelada o hielo para tu bebida

Dr. Juan Höfer

27 mayo Focas antárticas: los nuevos oceanógrafos del océano Austral
Dra. Andrea Piñones y Dr. Luis Huckstadt
03 junio En la Antártica: las especies exóticas llegaron ya, pero no bailando cha cha cha

Dr. Luis Miguel Pardo

10 junio Comunidades marinas: lo bueno y lo malo de una Antártica derretida
María José Díaz
17 junio Océanos antiguos: cómo modelan el planeta
Dr. Marcelo Leppe
24 junio Áreas marinas protegidas: la importancia de proteger una Antártica que cambia
Dr. César Cárdenas

Fuente : Centro IDEAL

02 de mayo del 2020

CIGA y Scouts San Miguel invitan a Charla Antártica On-Line

Este sábado 25 de Abril, la Agrupación de Scouts de San Miguel en conjunto con CIGA – Umag, invitan a una conferencia on – line de parte del Geólogo Joaquin Bastias, quien abordará temas de la Geología Antártica.

Cabe mencionar que esta actividad está enmarcada en la celebración del Día Mundial de la Tierra, y que la agrupación de Scouts de San Miguel de Punta Arenas ha organizado y convocado en función de su planificación anual, cumpliendo así con los requerimientos para que el año 2021 puedan acceder al Sello Antártico Institucional que otorga la Universidad de Magallanes a través del Centro de Investigación GAIA Antártica y su unidad de Vinculación con el Medio.

La actividad se desarrollará a través de la Plataforma On-Line ZOOM y su organización entrega las siguientes instrucciones para acceder a dicha conferencia:

  • Puedes ingresar a Zoom con la aplicación móvil o en tu computadora

  • Ingresa con tu micrófono silenciado, la cámara es opcional.

  • Utiliza el chat para comunicarte durante la charla

  • Deja tus preguntas en el chat, habrá un momento donde se responderán todas las preguntas.

  • Esta charla está organizada para todo público, sin necesidad de un conocimiento previo en el tema.

  • Esta actividad está en el marco de actividades de la Ruta del Iceberg que como grupo hemos adquirido para la obtención del Sello Antártico Institucional que otorga la UMAG.

  • Unirse a la reunión Zoom

    https://zoom.us/j/97538408431?pwd=aWFwSHJhL014eS9xT05IdzQ1OHdJdz09

    ID de reunión: 975 3840 8431

    Contraseña: 173630

02 de mayo del 2020

CIGA-UMAG se adjudica proyecto de energía renovable para el DOMO

The “Agencia de Sostenibilidad Energética (Agency of energy sustainability, Agencia SE) and the Ministerio de Energía, through the program “Comuna Energética”, made the call to the first application of projects to the “Comunidad Energética” program, being the Universidad de Magallanes the winner with it proposal “Paneles Solares fotovoltaicos en las inmediaciones de las instalaciones del Centro de Investigación GAIA–Antártica”, more known as the “domo”, located in the campus north of Punta Arenas.

Over a 300 of applications were presented from every region of the country. From these, 80 were preselected, which certified the technical feasibility of its projects to apply to the second stage of the grant. From this stage, 46 applicants presented. The evaluation committee decided to grant at the Universidad de Magallanes, which resulted as the best evaluated from the entire country.

This grant looks to promote the participation of the community in the climatic action, to contribute in the transition towards a sustained energy development and lower carbon emissions. The grant funds up to 5 millions of chilean pesos, to initiatives in sustained energy, local generation, renewable energy, sustainable mobility, reforestation, environmental protection and soils enhancement.

Regarding to this, the principal researcher of this project, Claudia Mac-lean indicates: “we are proud to have received this benefit, because we consider that is the collection of actions and initiatives like this one, which as a whole will allow the transformation towards a society more friendly, social and environmental, and also possibly to a carbon neutral planet in the next decades”.

More information about the grant in the following link https://www.agenciase.org/2020/04/21/23-proyectos-resultaron-ganadores-en-el-primer-concurso-comunidad-energetica/

02 de mayo del 2020

Retornaron investigadores UMAG de la Antártica tras suspender expedición por pandemia

Un grupo de estudiantes de pre y postgrado de la Universidad de Magallanes, acaba de regresar de la Antártica, hasta donde llegaron a bordo del buque AP-41 Aquiles de la Armada de Chile, tras zarpar el día 13 de marzo desde Punta Arenas. El viaje se vio interrumpido, abruptamente, debido a la alarma nacional por la declaración de Pandemia por Coronavirus.

De este modo, los cinco jóvenes, que recalaron en Bahía Fildes el 17 de marzo, sólo alcanzaron a recorrer dos de los 12 sitios de colecta de muestras que tenían programado visitar, porque el día 18 se les informó que la Expedición Científica Antártica (ECA 56) sería suspendida como medida precautoria ante el avance del COVID-19. El buque volvió el 19 de marzo a la Base Escudero del Instituto Antártico Chileno (INACH), donde sus ocupantes permanecieron a la espera de un vuelo para retornar a Punta Arenas.

Los estudiantes de Doctorado Johanna Marambio, Juan Pablo Rodríguez y Zambra López, y de pregrado Francisco Bahamonde, viajaron acompañados por los Doctores Martha Calderón (Universidad de Magallanes) y Danilo Bustamante (Universidad Nacional Toribio Rodríguez de Mendoza), todos integrantes del laboratorio de Ecosistemas Marinos Antárticos y Subantárticos (LEMAS). El fin de la travesía era cumplir los objetivos de los Proyectos Fondecyt 3180539 / 1180433 e INACH RT 27 17, liderados por el Dr. Andrés Mansilla y la Dra. Calderon. El común de los tres proyectos es estudiar el impacto del cambio climático sobre las macroalgas que habitan en la Antártica desde Bahía Fildes hasta el sur de la isla Adelaida, pasando el círculo Polar.

El doctorante Juan Pablo Rodríguez cree que “debido a lo acontecido, esperamos ser priorizados en la próxima ECA 57, para dar cumplimiento a los objetivos propuestos en los proyectos de investigación”.

Fuente : Comunicaciones UMAG

02 de mayo del 2020

Cambio Climático y turberas: Revista Science divulga carta de científicos UMAG

En diciembre de 2019 y a pocos días de celebrarse en Madrid, la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, COP25, los científicos de la Universidad de Magallanes (UMAG), Jorge Hoyos Santillán y Armando Sepúlveda Jauregui junto a otros (as) tres investigadores (as) a nivel nacional, firmaron y enviaron una carta a la prestigiosa Revista Science, titulada “Protecting Patagonian peatlands in Chile” (Protegiendo las turberas de la Patagonia en Chile), la que fue aceptada y, posteriormente, publicada en su volumen 366 del viernes 06 de diciembre.

Según plantea en un resumen que escribió en español el autor principal de la misiva e investigador postdoctoral del proyecto NEXER-UMAG, Jorge Hoyos Santillán, el texto aborda el tema de las turberas en Chile (las cuales, en su mayoría, se encuentran en Magallanes), y la necesidad de protegerlas, tanto para frenar el Cambio Climático, como para contribuir en el cumplimiento de las metas que Chile ha comprometido, a nivel mundial, en términos de neutralidad de carbono.

“Hasta este momento, las estrategias climáticas de Chile, para capturar carbono de la atmósfera, se han enfocado en el manejo sustentable y aforestación de 400.000 hectáreas, empleando principalmente plantaciones industriales de árboles exóticos (e.g., Pinus spp., Eucalyptus globulus)”, argumenta Hoyos, explicando a su vez que, esta medida, “ha sido criticada por parte de la comunidad científica, debido a que las plantaciones industriales incrementan la incidencia de incendios forestales, aumentan el estrés hídrico,  impactan negativamente a la biodiversidad y ocasionan conflictos sociales”.

Por esta razón, expone que “Chile cuenta con otros ecosistemas que actúan como sumideros de carbono: las turberas de la Patagonia Chilena (TPC), que tienen una extensión de 3.1 millones de hectáreas y contienen cerca de 4.800 millones de toneladas de carbono”. Según el científico, el proceso de captura de carbono en las TPC comenzó hace ≈18.000 años y, actualmente, contienen 4.7 veces más carbono que toda la biomasa aérea de los bosques de Chile.

En conclusión, el mensaje de la carta apunta a que “proteger este recurso en la Patagonia chilena, puede ser una alternativa de impacto inmediato que contribuiría a que Chile alcance la neutralidad de carbono en 2050”. Y propone, a renglón seguido, que “esto se podría concretar dejando de considerar las turberas como un recurso fósil o agrícola susceptible a explotación, e incluir explícitamente su preservación como componente integral de las NDC (Contribuciones Nacionales Determinadas) a las que se comprometerá Chile”.  Incluso, afirma “la preservación de las TPC se puede garantizar a través de la Ley de Cambio Climático, reconociendo la relevancia de su papel como agentes mitigadores del cambio climático global”.

Cabe destacar que esta carta elaborada y firmada por científicos UMAG, es el escrito número 24 publicado en Science desde 1975 correspondiente a personas con adscripción o trabajo en Chile, lo que quiere decir que, según las estadísticas, que, cada 2 años, se publica una de estas misivas en esta reconocida revista científica internacional.

Fuente : Comunicaciones UMAG

27 de marzo del 2020

Los Bosques de la Antártica

“La Antártida en el Jurásico, antes de que Sudamérica, África, India y Australia se separaran de ella, tenía un clima cálido y húmedo, con un terreno cubierto por una vegetación exuberante de tipo bosque húmedo, parecido al que hoy se puede observar en los Andes Patagónicos, muy diferente al paisaje glaciar que vemos actualmente”, explica Manuel Montes (España), investigador del IGME y uno de los autores de memoria y mapas.

Debido a esta riqueza paleobotánica excepcional, dichos afloramientos fueron incluidos en una “Zona Antártica de Especial Protección (ZAE)”. La memoria y cartografías que ahora presentan los investigadores del IGME, son un recurso fundamental para delimitar y proteger adecuadamente dicha área, al aportar un marco geográfico y geológico detallado de los afloramientos sensibles de tan singular patrimonio geológico del planeta. El trabajo que ahora ve la luz, los mapas geológico y geomorfológico a escala muy detallada (1:10.000) de bahía Esperanza, un lugar excepcional del planeta por su riqueza geológica y paleobotánica, es el resultado de más de una década de colaboración conjunta entre investigadores del Instituto Geológico y Minero de España (IGME) y del Instituto Antártico Argentino (IAA). Estos mapas, acompañados de una extensa y detallada memoria, han sido editados conjuntamente por el IGME y el IAA, dentro la nueva “Serie Cartográfica Geocientífica Antártica” del IGME.

Dentro del área cartografiada, se encuentra el Monte Flora que contienen una de las pocas floras fósiles conocidas del período Jurásico en la Antártida. En este yacimiento, de roca oscura y pizarrosa, se han reconocido multitud de fósiles excelentemente preservados de hojas de plantas con esporas (equisetos) y helechos; hojas y madera fósil de plantas con semillas (gimnospermas), hojas y piñas de coníferas y también restos de fauna, como vertebras de peces, bivalvos y fragmentos fósiles de escarabajos, siendo estos últimos los únicos citados en el continente antártico.

Estos restos vegetales se conservan, porque se acumularon en el fondo de un lago, hace 160 millones de años, al pie de montañas con volcanes activos, como lo muestran diferentes capas de ceniza volcánica de color más claro entre las rocas. Además, en el área de bahía Esperanza se reconocen las formas del relieve derivadas del cambio a las condiciones climáticas más cálidas en Antártida durante el Holoceno (hace 14.000 años) y que continúan en la actualidad con el calentamiento global. “La retracción de los arcos morrénicos de derrubios glaciares o las de las propias lenguas de hielo, de cuyos frentes en regresión hay registro desde 1902, indican claramente la tendencia al calentamiento y el deshielo propia de los periodos interglaciares”, comenta Francisco Nozal, otro de los investigadores del IGME y autor del Mapa Geomorfológico. Todos estos procesos también se encuentran cartografiados y serán de gran ayuda para la comprensión y determinación de la evolución futura del sistema climático de nuestro planeta.

(Fuente: IGME/DICYT)

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Centro de Investigación GAIA Antártica

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