A través de un taller de inducción impartido por el equipo de la Dirección de Aseguramiento de la Calidad, dirigido a los académicos que integran los comité de autoevaluación, seis carreras de la Universidad de Magallanes (UMAG), iniciaron el proceso que permitirá identificar las fortalezas y, oportunidades de mejora después de realizar un levantamiento de información, análisis de ella y finalmente a través de la evaluación, construir un diagnóstico del estado actual de cada carrera.
La jornada realizada bajo la modalidad online, y que contó con la participación de docentes de Agronomía, Arquitectura, Biología Marina, Derecho, Fonoaudiología y Nutrición y Dietética, busca entregar las herramientas necesarias para enfrentar de mejor manera las siguientes etapas contempladas en el nuevo marco legal de la Ley de Educación Superior 21.091 que señala que los procesos de aseguramiento de la calidad y acreditación de las instituciones se realizarán de manera integral, es decir, ya no se evaluará de manera independiente a cada carrera si no, a la institución de educación superior en su conjunto y donde las carreras deberán desarrollar sus propios procesos internos de autoevaluación y mejora continua.
“Para ello hemos debido modificar algunos procesos y procedimientos que teníamos establecidos y entonces hoy día estamos comenzando con aquellas carreras, seis carreras que no se habían sometido a procesos de acreditación en la Ley 20.129 que regía anteriormente. De esa ley se mantienen algunos procedimientos como por ejemplo el proceso de autoevaluación, la evaluación externa y el proceso de mejora continua”, explicó la Directora de Aseguramiento de la Calidad de la UMAG, Susana Loaiza.
Según detalló la Doctora Loaiza, “en este nuevo modelo lo que nosotros estamos haciendo es realizar este proceso de evaluación interna o autoevaluación pero con un carácter bastante más sintético con el foco puesto en el análisis de la información, a través del análisis de ella y poder emitir un diagnóstico. Ese diagnóstico va a permitir identificar aquellos aspectos positivos que denominamos fortalezas y aquellos aspectos que requieren ser resueltos de alguna manera y a eso le llamamos oportunidades de mejora”.
Por esta razón, los talleres de inducción destinado a las carreras buscan entregar a sus miembros las herramientas y conocimientos necesarios sobre el nuevo marco legal y funcionamiento del sistema de acreditación, además “se informa sobre los procedimientos establecidos para llevar adelante la autoevaluación, cuáles son los instrumentos y fundamentalmente, disminuimos el nivel de ansiedad e inquietud que generan estos procesos”, dijo la directiva universitaria.
En este sentido, Loaiza agregó que “en este marco vamos a construir planes de mejora continua y aseguramiento de la calidad para que las carreras sigan avanzando en sus procesos ya sea en docencia, en investigación, en vinculación con el medio y en la gestión interna”.
Altas expectativas
Para la jefa de la carrera de Nutrición Andrea Mansilla, el proceso de evaluación significa “un gran desafío para todo el equipo académico. Estamos muy contentos, confiados y esperanzados de poder realizar un buen trabajo y que tenga un impacto positivo en los diversos ámbitos del quehacer académico pero muy especialmente en el servicio docente que brindamos a nuestros estudiantes gracias a todo lo que implica un proceso de mejora continua”.
De igual manera, el Director del Departamento de Arquitectura Daniel Matus valoró el trabajo desarrollado y las instancias de autoevaluación, al tiempo que se manifestó optimista señalando que “hay que fijarse expectativas altas, partir con entusiasmo y hacer un trabajo vigoroso en un tema tan importante para la universidad, los departamentos y las carreras como el aseguramiento permanente de sus procesos que no se refieren solamente a la docencia, son procesos integrales que incluyen la gestión de las carreras, la administración de los recursos humanos y físicos y la producción de conocimiento e investigación que para nosotros es un eje fundamental que contribuye tanto a la docencia de pregrado y a la circulación de los saberes entonces”.
Matus apuntó también que, “este inicio de los procesos de autoevaluación son relevantes porque además permiten aportar a esta obra común que es la universidad y nosotros siempre estamos dispuestos a trabajar por nuestra casa de estudios y nos entusiasma también poder hacerlo con un trabajo que se ve que ha sido preparado meticulosamente por la Dirección de Aseguramiento de la Calidad”.
Sobre las expectativas, Loaiza afirmó que “nos hemos fijado una meta muy ambiciosa, y es que de aquí a diciembre de este año debiéramos tener un avance muy importante en el proceso de autoevaluación porque, se hace en base a los criterios que establece la Comisión Nacional de Acreditación y además tenemos nuestros propios criterios internos que están alineados con el plan de desarrollo estratégico institucional, con el proyecto educativo y queremos entonces de esta manera avanzar en el aseguramiento de la calidad instalando una cultura de aseguramiento de la calidad que es lo que se requiere en este nuevo modelo para lo que pretendemos en 2023, aumentar al menos cinco años, ojalá superar los cinco años de acreditación institucional“.
Una vez concluida la etapa de autoevaluación, corresponderá avanzar al proceso de evaluación externa a cargo de otro comité de académicos y experto en el área evaluada complementando el diagnóstico y dando paso así al plan de mejoramiento o mejora continua y aseguramiento de la calidad a desarrollar durante los próximos años.
A continuación, se presentan imágenes capturadas durante el Taller de Inducción: