De cara a una nueva acreditación institucional, la Universidad de Magallanes (UMAG), ya se encuentra en la etapa final del proceso de evaluación interna con la preparación del Informe de Evaluación Interna que reúne toda la información recogida en los cuatro años que rigió la certificación otorgada por la Comisión Nacional de Acreditación (CNA) a fines de 2015.
Al comenzar el año académico, la Dirección de Aseguramiento de la Calidad encargada de llevar el proceso, informó que se han estado reuniendo los equipos de trabajo a fin de avanzar y completar esta importante etapa, que culmina con la entrega del primer borrador del informe a mediados de abril y, posteriormente, el despacho del documento definitivo a la CNA en mayo próximo.
“Hemos tenido un avance importante, ha habido progreso en muchas áreas y por supuesto queremos plasmar toda esa información en el informe. Luego viene la etapa de validación y socialización con toda la comunidad universitaria, porque hemos estado trabajando todos, desde el día uno, en implementar el Plan de Mejoramiento Institucional que consiste en la superación de las debilidades detectadas en el acuerdo. Eso nos permite, hoy día, enfrentar de mejor manera este proceso de re acreditación”, comentó la directora de Aseguramiento de la Calidad, Susana Loaiza.
Según destacó la académica, el proceso de evaluación interna implicó un trabajo minucioso a nivel institucional que, gracias a las nuevas políticas de mejora continua y de aseguramiento de la calidad, se ha podido sistematizar, lo que ha dado como resultado un trabajo más planificado y organizado al interior de la Universidad. “Hoy día tenemos información disponible no sólo en papel, en documentos, sino también en bases de datos. Eso nos ha permitido, en los últimos años, ir registrando la información y, al mismo tiempo, nos sirve de base para el proceso de toma de decisiones de la Universidad”, agregó.
La Evaluación Interna se construye con la participación de informantes clave, la recopilación de información relevante y de fuentes oficiales, la identificación de fortalezas y oportunidades de mejora, y la evaluación de los resultados de herramientas fundamentales para la gestión, entre otros aspectos. En esa línea, hasta el mes en curso, se puso a disposición de los académicos, estudiantes y funcionarios no académicos, encuestas online para responder como informantes clave, un insumo relevante para la redacción del informe.
“Estamos en un año complejo, pero tenemos la tranquilidad que cuando las cosas se planifican, se organizan, la posibilidad de que resulten bien, es más alta”, concluyó Loaiza.
Una vez entregado el informe a la CNA, la Universidad inicia el proceso de preparación para la siguiente fase: la Evaluación Externa, que considera la visita de un comité de pares evaluadores externos que viajará, en septiembre, para verificar en terreno la exactitud de la información declarada por la institución.