
Para acercarse de manera práctica a los procesos de conservación patrimonial en la región, estudiantes del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Magallanes (UMAG) visitaron la ex Cárcel de Punta Arenas, un edificio histórico que está siendo restaurado para convertirse en la futura Biblioteca y Archivo Regional de Magallanes.
La actividad fue gestionada por el académico Daniel Matus, en conjunto con la inspectora fiscal de obra, Yasna Jara, y reunió a estudiantes de cuarto y quinto año de la carrera, tesistas del Magíster en Ciencias Sociales mención Patrimonio, y miembros del equipo del Núcleo Milenio NupatS. La visita se enmarcó en una serie de instancias prácticas orientadas a comprender los procesos de resignificación del patrimonio en territorios australes.

Durante el recorrido, las y los estudiantes pudieron conocer en terreno los avances de una restauración que, en palabras de la tesista Carolina Márquez, “busca equilibrar el respeto por la memoria del sitio con las necesidades funcionales de un nuevo espacio público orientado a la cultura y el conocimiento”. En este sentido, explicó que se están conservando elementos estructurales originales como muros de albañilería, puertas y ventanas, integrando detalles arquitectónicos que dan cuenta del uso original del edificio, sin borrar las huellas de su pasado.
Márquez valoró especialmente la oportunidad de observar de cerca cómo el valor histórico de un inmueble puede ser resignificado colectivamente. Según indicó, le interesa “particularmente el vínculo entre memoria, territorio y usos comunitarios, que está muy presente en el cambio de función de esta ex cárcel”.

Ignacio Cárcamo, también tesista del mismo programa, valoró la resignificación simbólica del espacio. “Lo más interesante es cómo este edificio, que antes estuvo ligado al encierro, ahora se abre a nuevas actividades culturales y comunitarias. Es una forma de recuperar hitos materiales como parte de la memoria colectiva”, señaló.
Ambos tesistas coincidieron en que el cambio de uso del edificio representa una transformación profunda en la forma en que la comunidad se relaciona con este espacio, “pasar de un espacio de encierro a uno de acceso libre al conocimiento genera una resignificación potente, que no solo conserva el patrimonio material, sino que también activa un nuevo relato sobre el pasado reciente, abriendo espacios de encuentro, memoria y educación para las futuras generaciones”, comentó Márquez.
Finalmente, Cárcamo subrayó que el proyecto impactará positivamente a la ciudad, al tratarse de un nuevo centro cultural y de archivo emplazado en una ubicación estratégica. “Permite darle una nueva mirada al inmueble, rescatando no solamente su fachada, sino también reconociendo los esfuerzos que implicaron su propia construcción, principalmente desde sus estructuras en albañilería”, afirmó.







